La persona que nos había invitado a participar es la coordinadora de la Asociación de Argentinos Residentes en el país vasco (ARVAS). Mientras conversábamos acerca de las distintas modalidades de participación de sectores gubernamentales y de la comunidad respecto a la cuestión de la inmigración, ella nos contaba que una vez que una persona obtiene su ciudadanía, ya no se la considera inmigrante al punto que no existen formas oficiales de identificar a esas personas, a menos que se busque dentro de los ciudadanos por país de nacimiento. La respuesta generalizada (verbal) de los funcionarios ante este hecho es "Ya no son inmigrantes". Esto sería auspicioso si lo leyéramos en cuanto a que a esa persona ya se la considera parte integrada de su nueva sociedad. Sin embargo, esa manera de plantearlo deja afuera una serie de fenómenos internos que no cambian según cambian los papeles.
Mi experiencia con mis abuelos inmigrantes, así como los abuelos o los padres de algunos de mis compañeros de escuela, fue la de considerarlos siempre inmigrantes. No sabían del todo el idioma. Y si lo sabían, siempre tenían un acento. Y si ya no lo tenían... tenían gente en la familia que había nacido en otro lado, había conocido otra geografía, otra música y otros rostros.
Se podrá decir que uno ya no es inmigrante?
Y si uno logra insertarse muy bien en la sociedad de acogida al punto de tener la mayor parte de sus amigos entre las personas nacidas en ese lugar? Se podrá decir que uno no es inmigrante?
Como las personas son todas diferentes, sienten cosas diferentes que a la vez influyen en las experiencias que tienen. Tal vez por eso sería posible econtrar personas que aporten una vision que pueda explicarse con esa frase. "Ya no son inmigrantes".
Habrá alguien que haya vivida experiencias que le permitan decir que no se siente inmigrante?. Que se sintió inmigrante y que a partir de un determinado momento, ya no lo sintió más así?
Que nunca se sintió inmigrante?
6 comentarios:
Hola! Tanto tiempo...! Hoy pensaba en vos casualmente!
Creo que nosotros vamos a ser siempre inmigrantes. Nuestros hijos podrán sentir que ya no lo son.
Cierto, tanto tiempo!!! Espero estés muy bien. No he tenido tiempo de escribir pero leo las entradas de tu blog desde el correo electrónico.
Debe ser lo que sucede con los hijos chiquitos. Algo para preguntarse: los hijos de alemanes que yo he conocido en Argentina, no podían olvidar que eran hijos de inmigrantes porque la tradición era hacerlos estudiar en colegios alemanes aunque hubieran nacido en el país. Habrá comunidades que se esfuerzan en mantener y transmitir las costumbres, tradiciones y ritos de su cultura más que otras...
El día que no me sentí inmigrante fue el día que fui a votar y no tuve que presentar la carta de residente, ni el CSQ solo mi registro de conducir y la assurance maladie.
Te extraño!
Es una pregunta muy interesante y reiterada... ¿llega un día en el que ya no eres inmigrante?
¿es un sentimiento transgeneracional?...
He sido una venezolana por los cuatro costados y hasta los 30 años, cuando después de casarme con un medio alemán-medio español, vine a España y entonces sentí que sin saberlo y sin ser consultada pertenecía a un colectivo al que llaman inmigrantes.
No soy extranjera,una palabra que se reserva en España a los comunitarios. Soy inmigrante.
Y sin duda compaerto contigo que esa identidad es mucho más profunda que lo que dicen los papeles legales.
Me gusta tu blog!
Que bueno que hayas venido, Rosario, bienvenida!
Recién pasé rápido por tu blog y veo que tenemos mucho en común y cosas de las que podremos charlar ampliamente.
Estoy leyendo tu nota sobre "la navidad lejos de casa" y comparto muchas de tus sugerencias. El tema de llevarse a uno mismo con uno mismo a donde vaya (que complicado que lo he dicho!) es algo que tenemos que aprender. Y supongo que no sólo los que cambiamos de país.
un abrazo!
Gracias por tu visita a mi blog!
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