Un bebé intocable

hace 3 meses que nació nuestro primer hijo. Estamos por supuesto super contentos y felices. Me encuentro con dos problemas uno menos serio con el cual comienzo mi consulta. Parece que el sexo para mi mujer ha dejado de existir. Por una parte comprendo que está super cansada y que lo último en que piensa es en sexo. Bueno, esto seguramente con el tiempo se normalice y no me preocupa demasiado. Lo que si me preocupa y mucho es que asume el rol de madre de forma extremadamente protectora. No me permite bajo ninguna circunstancia tomar parte activa en el cuidado del bebé. Cambiar pañales es como lo único que ella deja que yo haga. He sido yo el que decidió NO bañar al bebé pues como que le entra pánico verme hacerlo. Pues me he hartado y lo dejo en sus manos. Cuando el bebé llora es ella 'la que sabe' aunque no tenga ni idea de lo que le pasa al bebé. Y me dice claramente que es ella como madre que 'sabe' o le toca 'saber' que le sucede al bebé. No acepta ningún consejo que yo le pueda dar. Tiene al bebé como si fuera su propiedad e intocable. En cuanto el bebé comienza a quejarse, adiós a la conversación racional. Yo duermo en una cama en otro cuarto pues ella duerme con el bebé en nuestra cama. La verdad que estoy muy frustrado pues no se que hacer. No quiero imponer 'mis derechos' pues quiero comprender qué está pasando y actuar para mejorar la situación no para empeorarla. Tal vez me pueda aconsejar sobre este tema, ¡¡se lo agradecería!!

Me imagino qué desconcertado debes sentirte con las cosas que están pasando.

Ante todo debes tener en cuenta que tras el alumbramiento las mujeres atravesamos un período que se denomina "puerperio" que produce muchos desarreglos psicológicos que van desde una simple irritabilidad o depresion (por ej. la señora llora mucho, por nada, a cada rato y hace dramas por cosas simples) hasta situaciones en algunos raros casos tan graves como una psicosis, entendiendo con esto que las estructuras de esa enfermedad ya estaban y el periodo tan delicado del puerperio adelantó el proceso. Es decir que salvo casos de una enfermedad previa, es una época un tanto "rara" que seguramente se ira sin más.

Con suavidad, con cariño, insistele en que los especialistas coinciden en que el rol del padre es básico para la formación del niño. No resignes tu espacio ya que es muy perjudicial para el bebé que duerma con ella. No se trata de imponer tus derechos, pero tampoco de irte de tus espacios. El bebé tiene que tener su cuarto, y si no se puede, al menos su cama aparte de la cama de los papás. Vuelve a tu dormitorio e insiste en que alguno de los dos, podría ser alternándose cada vez, se levantará cuando escuche al bebé llorar.

El bebé en la cama de los padres es un índice claro de que algo está pasando por lo cual inconscientemente quizá se busca no propiciar el acercamiento sexual de la pareja. Hazle saber a tu esposa que si ella no quiere sexo, no la presionarás, pero debes volver al cuarto matrimonial cuanto antes. El nacimiento de un bebé revoluciona la vida de una pareja en muchas formas. Respetar los horarios y los espacios devuelve un poco de "salud" en la vida cotidiana.


Foto: The new baby, 2003. Peter Marlow, Magnun Photos