Descubre tu PROPIA creatividad!!

Page copy protected against web site content infringement by Copyscape

viernes, 2 de enero de 2009

Los vinculos de los migrantes. Una cuestión de ecología

Escribo este post inspirada en el comentario de Alejandra en su blog, sobre el mito del guetto
y lo hago pensando  especialmente en  aquellas personas que sienten que otros pueden porque sí, porque tienen "estrella", porque tienen facilidad, porque se les dio asi, porque tuvieron suerte... 
A veces recibo comentarios como "qué suerte tienen ustedes que han ido a un lugar donde existe una red social que los contiene".

Construir una red social en la migración no es una tarea fácil. En una misma comunidad fuimos a caer gentes con ideologías, experiencias y modos de vida tan distintos! La experiencia de la migración nos une pero no es suficiente para construir una relación. Puede servir al principio pero no resiste la continuidad en el tiempo si no hay reciprocidad. Porque cuando no hay reciprocidad, hasta el más distraído o bienintencionado termina notándolo y entonces ya no se puede seguir construyendo. Puede que la relación continúe como simple cortesía, pero no será más que una cáscara vacía, una pobre imitación de lo que podría haber sido una relación de calidad. 

Un ejemplo que no habría que imitar, a mi juicio, es este caso (que ocurrió más de una vez):  alguien que primero participa con mucha asiduidad en una lista de inmigración, preguntando, sugiriendo, comentando cosas... un buen día manda un mail diciendo: "Bueno, muchas gracias por todo lo que me han ayudado. Ahora ya tengo mi pasaporte con mi visa, gracias a todos, buenas noches". Seguramente él o ella, esos que podían escribir una cosa así, no tenían la más mínima idea que las relaciones se alimentan dando... y que aunque ya no tengas una necesidad inmediata de recibir (información, contactos, ayuda concreta) todo lo que alimenta los vínculos vuelve de alguna manera.  En el acto mismo de construir un vínculo con otro, me estoy construyendo a mi misma y estoy puliendo y mejorando mis vínculos más cercanos...  ¿Qué mejor ejemplo puedo dar a mis hijos, por ejemplo, si quiero enseñarles a ser solidarios, a respetar el espacio propio y el del otro... a construir para el presente y para el futuro (no para el aquí y ahora y después de mí... el diluvio), no?.  Construyendo con otros, construyo un mundo mejor para mis hijos también.  

Lo he repetido muchas veces y nunca son demasiadas:  hasta por una cuestión de egoísmo, conviene absolutamente ser solidarios y cuidar al otro.  Si mantengo limpio y funcionando el espacio que me nutre, no hago en definitiva otra cosa que construirme un mundo mejor.  Y si puedo mostrar empatía por otros, mi grado de enriquecimiento será mayor.  La solidaridad es -cuanto menos- cuestión de ecología.  Y para espíritus más "elaborados" un valor a cultivar.

En mi barrio se dice una frase que tiene su origen en el ambiente de las carreras de caballos: "En la arena se ven los pingos". Hay muchas situaciones de la cotidianeidad que pondrán a prueba las relaciones, los saberes, los prejuicios de las personas. La posibilidad de sostenerse en el tiempo, junto con otros y pese a los obstáculos es lo que finalmente da solidez a los vinculos.

Tuve que pasar muchos, muchos años de experiencias (profesionales y de vida) para convencerme que uno siempre actua según el nivel de evolución en que se encuentra:  es erróneo el comentario, lugar común de los que sostienen que los psicólogos siempre tendemos a  "des-responsabilizar" al sujeto en cuestión dandole la razón y culpando al padre, a la madre, al esposo, esposa, cuñada, profesor o jefe.  No:  la situación que vivimos nos pone a prueba y ahí, cuando estamos a prueba es cuando mostramos lo que somos y lo que podemos dar en ese nivel de evolución en el que estamos.  Seguramente que la experiencia de migrar es muy fuerte (algunas tan  profundas y difíciles como  enfermedad, guerra, pérdidas, muertes...).  Pero Víctor Frankl decía que entre el estímulo y la respuesta hay una brecha donde circula la libertad personal.  Esto yo lo entiendo de esta forma: puedes vivir una situación fuerte, difícil, es cierto... pero finalmente eres quien eres.  Si puedes ser solidario y empático hacia otros justamente cuando estás presionado, cuando estás movilizada, cuando te pasan cosas...  Si puedes hacer todo esto cuando estás en ese momento, esa es la mejor prueba de quién eres.  
Y si cuando estás presionado y enojado muestras lo peor de tí... eso es lo que muestras porque allí está:  la situaciones límites son las que muestran lo mejor y lo peor de cada uno de nosotros.  Seguramente que los vínculos que formamos en estas condiciones son especiales porque nuestros necesidades y nuestras defensas estan "estímulados" al limite. 


No hay salidas fáciles, de hechura prefabricada en los vínculos humanos, en ninguna circunstancia.  Para todo lo que debamos evolucionar, la tarea es larga.  Y en la experiencia migratoria son tantas las cosas que soltamos que necesitamos apoyos confiables. ¿No les parece que vale la pena invertir en vínculos de buena calidad? Finalmente sólo tenemos un vida.  Construyámos lo mejor para que dure. Lo contrario del "uselo y tírelo", que crea polución. 
Una simple cuestión de ecología.



¡Vos sí que tenés suerte!

"Le champ du voisin paraît toujours plus beau"



A veces me dicen: "lo que pasa es que vos tenés facilidad para los idiomas y por eso los aprendés rápido".
Y si te dijera que no tengo "facilidad"?  Como los idiomas me gustan, presto atención, busco canciones, escucho la radio, memorizo frases que me sorprenden, ensayo con la entonación... Me divierto con eso y no lo considero un trabajo, pero luego de una serie de repeticiones de esa práctica, es lógico que tenga mayores progresos que otra persona a la que no le gustan y que como empezó, digamos, con el pie un poco torcido con el idioma, le escapa toda vez que puede.  Entonces, es trabajo, aunque uno lo haga con placer, y finalmente los resultados se notan.  No es suerte.  No es facilidad.

Mi tío Jaime era bandoneonista desde los 14 años. Era muy hábil como músico, era realmente talentoso, sin embargo no se consideraba capaz a nivel técnico.  Por eso le pedía a mi papá, su hermano menor, que le afinara el bandoneón ajustando con una herramienta:  "Lo que pasa es que vos sabés hacerlo.  A vos te resulta fácil".  Y ahí iba mi papá a dedicar más de media hora de paciencia.  ¿Le era fácil? O sólo le gustaba y ponía dedicación?

Nos parece lógico que para cosechar haya que sembrar primero.  Es simple... pero en las cuestiones de las habilidades no nos resulta tan claro: en un rinconcito de nuestro corazoncito primitivo seguimos sintiendo que "unos nacen con estrella y otros estrellados".
Sabemos -desde un cierto sentido común, aunque mucho no tenemos, es cierto- que es mejor estar preparados y no tener la oportunidad, que tener la oportunidad y no estar preparados.  Pero siempre estamos -en algún secreto rincón de nuestro primitivo corazoncito- esperando que venga algun hada madrina con su varita mágica y nos haga saltear etapas...

En algún lado leímos que hay cierta lógica de construcción en las relaciones de pareja.  Pero todavía, como resabio de pensamiento primitivo, una parte de nosotros cree que bajará cupido en una nube azul y marcará con una flecha nuestro corazones y así nos amaremos y seremos felíces por siempre jamás.  Luego, con el tiempo, algo se deteriora.  Y entonces diremos:  "Se acabó el amor... algo pasó... todo cambió... ya no fue como antes".  No sabremos entonces por qué nos enamoramos y menos aún sabremos por qué nos decepcionamos.

Una amiga mía era una profesional exitosa ya de muy joven.   Se peinaba con rodete para parecer mayor e inspirar un poco más de respeto...  Supongo que "metía" miedo a muchos hombres.  Aún en Buenos Aires, con sus aires de ciudad moderna, persiste el machismo un poco más oculto pero que lo hay, lo hay.  Con el tiempo, la gente se repite en los lugares que frecuenta: en el trabajo no suele ser el lugar indicado para encontrar pareja.  Los bailes no son su fuerte, la calle como lugar de encuentros, está descartada.  La gimnasia que te gusta no es la misma que le puede gustar a él.  Tus compañeros de cursos de post-grado en general está todos casados (o divorciandose y con treinta millones de problemas").  ¿Cuándo vas a decidirte y hacer lo que te digo: conseguir pareja es algo bastante serio que requiere trabajo y dedicación.  Mi amiga me hizo caso y contrató una consultora seria y profesional que en unos pocos meses seleccionó tres personas para presentarle.  No llegó a conocer al segundo ni al tercero y a los diez meses se casó.
Puso trabajo y dedicación y paciencia para conocer a una persona apropiada y posible.  Y ambos pusieron trabajo para construir y sostener ese vinculo.

Otra amiga sufría de una fobia sexual.  Hizo psicoterapia mucho tiempo y resolvió muchas cosas importantes en su vida, pero su problemática sexual no mejoraba.  Un buen día le recomendé consultar a especialistas en sexología.  "Creo que tu problema- le dije- parece una fobia.  Hay gente que trabaja con la des-sensibilización del objeto fobígeno... Ya sabemos que tenés ciertos problemas con tu mamá y con la imagen femenina.  Pero hay que hacer algo más práctico".
Lo superó y hoy es mamá de dos hermosos bebés.  Tardó lo que tarda uno en convencerse, en poner manos a la obra, en equivocarse, en caerse y volverse a levantar. Y lo logró.

Cuando somos muy jóvenes tenemos mucho temor a exponernos en la busqueda de amistades.  De adolescentes podemos pasarnos una tarde entera refunfuñando que no tenemos ningun programa para esa noche y descargando nuestro descontento y aburrimiento sobre nuestros padres o hermanos.  No nos atreveríamos a proponer amistad a otro porque no nos animamos al rechazo.  Le tememos.
Pero cuando somos "más viejos" no tenemos más tiempo que perder.  Salimos a tocar con un discreto golpecito las puertas y preparamos nuestra mejor sonrisa porque hemos aprendido que los demás tienen tanto miedo como nosotros... que si no arriesgamos no ganamos... Y que solamente estando y compartiendo se alimenta y se hace crecer una amistad.  Los vinculos hay que poner trabajo para crearlos.  Y hay que continuar con tolerancia y dedicación para sostenerlos.