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jueves, 14 de febrero de 2013

Un buen cóctel para San Valentín


Con la llegada del Día de los Enamorados, no hay restaurante que tenga una sola mesa libre… ni medio de información que no cuente con alguna nota sobre el tema.

Me interesó hoy sobre todo una nota que apareció en el boletín de Passeport Santé, porque hace un buen resumen de los efectos  químicos del enamoramiento, y en general del amor, en nuestro cuerpo y en nuestro cerebro.



Cuando uno se enamora, el sentimiento de exaltación, de euforia, de alegría está ligado a la secreción de una hormona: la feniletilamina, llamada “hormona de la pasión”.    Este neurotransmisor calma el stress y la ansiedad y actúa como psico-estimulante.  El chocolate activa la producción de esta hormona. Y así resulta fácil comprender por qué una gordita solitaria puede mirar novelas y devorarse una caja de chocolates al mismo tiempo.  Cuando comprendemos las emociones que balanceamos con la comida, nos resulta más fácil producirnos esas emociones de maneras menos costosas para el control del peso.

Después de la acción psico estimulante de la feniletilamina, interviene la acción relajante de la dopamina (la hormona de la felicidad).  La dompamina es una hormona asociada a sentimientos de pertenencia y ligazón emocional.    La occitocina, que produce nuestro cerebro, también se produce naturalmente durante el parto y la lactancia y se trata de una hormona asociada a sentimientos de relajación,  atracción y lazo emocional hacia la otra persona.  Tiene un poderoso efecto antiestress.  Es una hormona que puede secretarse durante un abrazo o durante un simple pensamiento amoroso o una mirada a la persona amada.

A lo largo de la relación amorosa se generan endorfinas, responsables de la sensación de bienestar.  Las endorfinas son neurotransmisores que pertenecen a la familia de las opiáceas,  Actúan de la misma manera que la morfina y se fijan en los receptores  específicos de las células que transmiten los impulsos de dolor.  En resumen, más endorfinas, menos dolor y mejor respuesta del sistema inmunitario.  Consejo entonces: hay que besarse más como decía un promotor argentino de los nuevos talentos de la canción en su programa de los años setentas.  

Las endorfinas también controlan la ansiedad y pueden producirse luego de un esfuerzo físico importante como durante una actividad deportiva.  Entonces, otro consejo: menos medicación anti depresiva y más vigorosas caminatas al aire libre, como les recomiendo a mis pacientes en Québec, ante la inevitable dificultad de consultar a un psiquiatra para que prescriba  una medicación, aun en probados casos de depresión...
 
Hay estudios que demuestran que las personas que viven durante muchos años una relación de pareja generalmente armoniosa, viven  más y tienen menos enfermedades.  Y si no hay un enamorado o enamorada a la vista, un animal de compañía que pueda aportar cariño y presencia y que reclame nuestras caricias, es una buena forma de dar y recibir que contribuye a nuestra salud física y psíquica.

martes, 12 de febrero de 2013

Jardines de la mente


Hace un tiempo un colega envió uno de sus textos a un foro en el que participamos.  Me pareció tan claro y a la vez poético, que le pedí permiso para traducirlo y publicarlo en el blog.  Charles aceptó y me expresó su gran curiosidad de ver su texto en castellano.  Esperemos que le guste mi traducción.

Estoy convencida de que un mismo mensaje puede impactar diferente según quién lo exprese y con qué palabras.  Les deseo que el mensaje de Charles, traducido por mí al castellano, plante buenas semillas en su jardín, semillas de plantas que valga la pena hacer crecer.


“Muchos problemas psicológicos comienzan porque nos equivocamos al considerar nuestros pensamientos como  la realidad.  De esa manera, si nos sentimos ansiosos y notamos que nuestro corazón palpita muy rápido, podemos entonces pensar que hay algo que anda mal y que estamos a punto de tener un ataque cardíaco.   Si de pronto pensamos que podríamos hacer algo malo, podríamos sentirnos tan espantados de haber tenido ese pensamiento, que el mero hecho de haberlo pensado nos sirva de evidencia de que tal vez deseamos o podríamos desear hacer eso. Si imaginamos que algo es sucio, podríamos confundir nuestra reacción emocional de disgusto como una prueba de que eso que pensamos es verdaderamente sucio.
Cuando tratamos de encontrar un sentido a los pensamientos que detectamos en nuestra propia mente, tenemos que tener en cuenta que nuestra mente puede generar todo tipo de pensamientos, buenos y malos.  Una característica fundamental del abordaje cognitivo en psicoterapia es que los pensamientos son solamente eso, pensamientos. Pero si tomamos los malos pensamientos como la realidad, entonces es allí cuando nos hacemos la vida difícil.
Entonces, qué ideas podríamos usar para recordarnos estos principios a nosotros mismos?  Qué tal si comparamos nuestra mente con un jardín?  Si tienes un jardín, no estás necesariamente obligado a cuidarlo.  Puedes simplemente dejar que la naturaleza  siga su curso.  Hay posibilidades de que luego de un corto tiempo, no te guste como luce tu jardín.  Si no se lo dejas a la naturaleza, hay casi infinitas variedades de flores, plantas y árboles que puedes elegir plantar.  Y entonces, si tienes tiempo, puedes cuidar tu jardín, regando, quitando las malas hierbas, podando, asegurándote de que crezcan cosas bellas. Pero lo que debes saber es que tarde o temprano, las hierbas van a aparecer. Puedes sentirte molesto o frustrado con esto, o también podrías sentirlo como algo totalmente común e inevitable.
No hay jardín que esté libre de malas hierbas así como no hay mente que esté libre de malos pensamientos.
Si no prestas atención a tu jardín, las malas hierbas crecerán interminablemente.  Y van a tomar posesión de tu jardín.  Podrías, por supuesto, matarlas periódicamente con productos químicos.  O podrías, ir regularmente a tu jardín y quitar las malas hierbas, simplemente tirando de ellas hasta asegurarte de que quitas también sus raíces.”  






Charles Merrett es un psicólogo británico que, entre otras cosas, ha publicado un libro sobre el tratamiento de la ansiedad:  The origin of anxieties.  Se puede conseguir en Amazon, en formato Kindle para leer en tabletas y celulares.


A pedido de una lectora, publico el texto original en inglés.


Mindweeding

Many psychological problems arise because we mistake our thoughts for reality. So if we are anxious and notice our heart is beating very fast we can think there is something wrong and that we might be about to have a heart attack. If we have a thought that we might do something bad we can be shocked that we had the thought and use the fact that we have had the thought as evidence that we want to do it or are likely to do it even if we don’t want to. If we imagine that something is dirty we can mistake our emotional reaction of disgust as evidence that the thing is actually dirty.
When we try to make sense of the situations we find ourselves in our minds will always generate all sorts of thoughts, good and bad. A fundamental idea of the cognitive approach is that thoughts are just thoughts; but if we take the wrong ones seriously, if we mistake them for reality, that’s when we can make life difficult for ourselves.
So what ideas can we use to remind ourselves of these principles? How about comparing the mind to a garden?
If you have a garden you don’t necessarily have to look after it. You can just let nature take its course. Chances are after a short while you won’t necessarily like how it looks. If you don’t just leave it to nature there is an almost infinite variety of flowers, shrubs and trees you can choose to plant. Then if you have the time you can look after them; watering, feeding, dead-heading, pruning etc., making sure they flourish and grow into things of beauty. But whatever you do you know sooner or later weeds will appear. You could be annoyed and frustrated by this or you could accept it as ordinary and inevitable.

No garden is weed free; no mind free from unwanted thoughts

If you don’t pay attention to your garden the weeds grow and grow. They take over parts of your garden. You could, of course, periodically blast the weeds with toxic chemicals. Alternatively, you could go into your garden regularly and simply pull out the weeds, pulling them gently to make sure you get the roots.


sábado, 9 de febrero de 2013

Mis otros yo

El titulo es el de una comedia protagonizada por Michael Keaton y Andie MacDowell (Multiplicity, 1992) que relata la historia de un profesional tan ocupado y presionado por no poder cumplir con todos los aspectos de su vida laboral y familiar, que decide aprovechar los avances de la ciencia para que lo clonen.  En el transcurso de la película, estos distintos ejemplares de si mismo viven distintas experiencias, evolucionan de diferentes maneras y le aportan al protagonista, el ejemplar original, una nueva visión de su vida.  Son tan raras las situaciones que esta  multiplicidad de identidades le produce, que el protagonista deberá aprender a integrar y balancear estos distintos aspectos de su vida de manera de poder simplificar y reconocerse como uno solo, en sus posibilidades y en sus limites.









El titulo me vino a la mente mientras escuchaba a una joven inmigrante relatando sus sensaciones respecto al ahora y el antes en su proceso migratorio.  Ella me contaba que se sentía muy rara porque por momentos le parecía que la vida que había vivido en su país de origen hasta el momento de emigrar era la vida de otra persona, ella misma era otra persona allí.  Y ahora que estaba aquí, sentía que su vida, las personas con las que se relacionaba, sus expectativas, los paisajes, los tiempos que tomaba para cada cosa, como pasaba su tiempo libre... todo había cambiado.  Ella se sentía otra persona.  Sin embargo, esas dos personas que la componían, la que ella era antes, con su mundo personal y compartido en  su país de origen, y la que era ahora, muchas veces contactaban.  Pero muchas veces no.  Y esa división y a la vez esa integración ella la sentía muy fuerte, al punto de estar presente el sentido de ser la misma persona y una persona diferente a la vez.  Se trata de una joven inteligente y equilibrada, con formas sanas de relación y una gran capacidad de autoconocimiento y disposición a explorar su interior.  Pero supongamos que esta sensación le acontece a una persona que esta en una situación difícil, con vínculos frágiles o en un momento conflictivo particular de su proceso de inmigración.  Entonces allí podremos explicarnos lo que sucede a tantas familias que emigran con hijos de diferentes edades, en especial los hijos adolescentes.
El Diccionario de la Real Academia Española define la palabra identidad como la cualidad de idéntico, el conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los caracterizan frente a los demás, también la define como la conciencia que una persona tiene de ser ella misma y distinta a las demás.


La identidad de una persona es un proceso que esta en construcción y que se ve afectado por las situaciones de la vida.  La identidad está estrechamente relacionada con el cuerpo, con la percepción del propio cuerpo en movimiento. Y por eso el período de la adolescencia, con sus rápidos cambios en el cuerpo y en las sensaciones es un período frágil, donde pueden aparecer sentimientos extraños.  Y lo mismo ocurre en el embarazo y el parto, donde las mujeres experimentamos cambios muy rápidos en el cuerpo.  Son momentos en que las emociones pueden desbordarnos.  La situación de la migración, con sus cambios de geografía, de costumbres, de comidas, de olores, de imágenes, de distancias corporales entre las personas, es un estímulo muy fuerta para cambiar pero también un elemento inquietante y a veces desorganizador.  Conversar con personas que vivan situaciones parecidas es un primer paso.  En algunas ocasiones, es necesario consultar a un profesional para convertir el momento inquietante en una oportunidad de superación.