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viernes, 14 de noviembre de 2008

La escena temida

Quién más quien menos, tiene su "escena temida".  Todos tenemos alguna.  La mía es -no sé aún por qué, estoy investigando- quedarme sin combustible en el auto.  No especialmente en el mío porque ése me encargo de mantenerlo siempre lleno, sino más bien ir con alguien en el auto y que "ande al límite".  Es un temor irracional porque cada vez que imagino qué ocurriría, en caso de que el combustible se acabe de verdad, sé que uno cuenta con muchos recursos:  estacionar al costado, usar el celular para llamar a familiares o amigos que aparezcan con un bidón... y en el ultimisimo de los casos, llamar a Club del automovil... y si hubiera apuro, llamar un taxi por teléfono.  Pero el temor a la situacion va mucho más allá que nuestra capacidad de resolverla.

Si estuvieramos en un grupo de psicodrama psicoanalítico, lo que hariamos seria poner "en escena" ese temor y multiplicarlo en otras escenas que se derivan de ella.  Seguramente que en la base aparecerian algunos temores que estarían muy relacionados con situaciones más profundas.  Es una ingenuidad pensar que mi temor es quedarme "de a pie".  Tal vez tendría que hacer "circular" las frases que se me ocurren cuando pienso en esa "escena" y muchas cosas saldrían a la luz.

Lo que quería destacar es que la famosa escena temida se presenta finalmente siempre.  Uno puede luchar mucho y dar muchos rodeos para mantenerla a distancia pero finalmente se encuentra con aquello de lo que uno escapaba.

Hablaba con una amiga los otros días y ella se sorprendía y se quejaba de estar inmersa (sin haberlo "buscado") en una situación de la que siempre se había ocupado de estar bien lejos.  Cómo, se preguntaba, luego de haber puesto tanto empeño por elegir algo tan diferente había terminado en la misma situación que quería evitar?

Segun como yo lo veo, simplemente le llegó el momento de pasar por ello, de enfrentarlo de una vez.  Esto de lo que  te estás defendiendo con garras y dientes, esto de tener terror de caer ahí, tanta energía puesta en  NO SER ASÍ... 

Si no estuviera tan presente, no estarías tan asustada con que te ocurra.  Creo que la vida te ofreció (y la tomaste, sin saber o a sabiendas) una escena donde te tienes que plantear estas cosas.  Tal vez es una prueba de fuego para muchas cosas que estás necesitando aprender. De lo que uno se escapa siempre es aquello que no conoce, que le atrae, que no sabe como manejar.  La unica forma de aprender es entrar en el tren fantasma e iluminarlo.

 Cuando lo ilumines, cuando veas que los monstruos eran finalmente de cartón, entonces, amiga, se te acaba el miedo, se te acaba el interés.  Ya no es necesario que vuelvas a pasar por allí.  Atravesar algo, vivirlo, padecerlo y superarlo.  Le llaman... curarse.

foto tomada del Blog Mundo Perverso

2 comentarios:

Ale Marge dijo...

Es para mi una escena temida también! y en cuanto suena la alarma voy a la estación de servicio. Otra escena temida sobre todo en Argentina era que le pasara algo al auto mientras cruzaba una barrera o distraerme cruzando una barrera cuando voy caminando y no ver el tren.

Psicóloga argentina dijo...

Ah... pero entonces, no es tan temida la escena, amiga mía! Yo empiezo a estar preocupada cuando veo que me queda un cuarto de tanque!! (ahí lo razono y aparto la preocupación pero... está ahí, jaja).
Lo de la barrera del tren es interesante y es bastante común. Hay gente que le pasa con los precipicios y a otros, con los cuchillos.