La Presse, la versión digital de un periódico, nos dice
hoy que en Québec, la depresión despierta muchos prejuicios, al menos, para el
58% de las personas que participaron de
una encuesta interna del ministerio de Salud.
Según esta encuesta, más de la mitad de las personas
consultadas no votaría por un político que tuviera depresión, o no contrataría
tampoco a un empleado que presentara síntomas de depresión. Este estudio demuestra también que una
campana publicitaria educativa que llevara a cabo recientemente el gobierno, ha
tenido poco efecto sobre los prejuicios de la población.
La encuesta que se llevó a cabo en el 2011
muestra que el 58% de los 1000 entrevistados opinaba que las personas que viven
una depresión “podrían superarla si lo quisieran de veras”, y el 21% opina que
las personas que sufren de depresión tienen “una personalidad débil”. Un 44% de los consultados opinaba que, si
tuvieran elección, no contratarían a un empleado que sufriera de depresión y un
75% de los consultados, respondió que los depresivos son “imprevisibles”. Luego de esta primera encuesta, se llevó a
cabo la campaña educativa por radio titulada “Es más fuerte que usted”. Esta publicidad buscaba hacer comprender a la
población que la depresión es una enfermedad.
Sin embargo, la encuesta que se hizo luego de la publicidad, mostró una
variación del 1-5%... es decir, 40% de los consultados, se acordaban bien de la
publicidad… y no por ello los resultados fueron mejores.
La mayoría de las afecciones psicológicas o las
enfermedades mentales despiertan muchos prejuicios. Parecería que es más “respetable” tener una “enfermedad
de veras”, algo físico. Estos prejuicios
desconocen toda la gama de enfermedades psicosomáticas –muy difíciles de
tratar- que comienzan con el sistemático desconocimiento y falta de atención de
múltiples signos emocionales previos.
Somos una unidad mente-cuerpo… Es muy difícil
que un mal funcionamiento físico no influya también en el estado anímico y viceversa.
En lo que hace a la depresión, en particular, hay algunos desbalances “físicos”
(la tiroides, por ejemplo) que induce varios síntomas de depresión. Y la tiroides, a la vez, resulta muy afectada
en su funcionamiento por el stress.
Los prejuicios y la falta de información son
fatales para nuestra salud y nuestro desarrollo como individuos en sociedad. Las personas con tendencia a la depresión,
pueden ser empleados muy responsables, o políticos muy conscientes y
trabajadores y proactivos. Las personas
con depresión hacen enormes esfuerzos para llevar adelante tareas que otros
hacen mucho más fácilmente, lo que tira por tierra con el prejuicio de que son “personalidades
débiles”. Si bien la tendencia a la
depresión no cambia, el estado depresivo siempre se revierte con el tratamiento
adecuado. La persona que ha sufrido de
depresión está consciente de los indicios de su aparición y puede poner en
acción múltiples estrategias para mantenerse lejos de ella.
3 comentarios:
Conozco de primera mano el esfuerzo de quien lucha con la depresión al haberla sufrido yo mismo en algunos momentos y tener amigos y familiares que la pelean diariamente. El mayor dolor muchas veces no lo produce la enfermedad en sí sino la incomprensión, el rechazo, incluso el desprecio basados en la ignorancia de quienes lo rodean a uno.
Perdon por la demora en la publicacion, el sistema habia ocultado los comentarios pendientes. Es tremendo el tema de la incomprensión. El prejuicio sobre la problematica de la depresion es enorme, y eso no hace mas que empeorar las condiciones para su tratamiento.
Maravillo tema, hoy en día juzgamos solamente con tan solo ver a la persona vestida o problemas similares y tal y como se menciona en el comentario de Korben Dallas menciona que El mayor dolor muchas veces no lo produce la enfermedad en sí sino la incomprensión, el rechazo, incluso el desprecio basados en la ignorancia de quienes lo rodean a uno.
Muchas gracias por la magnifica información, saludos.
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