El titulo es el de una comedia protagonizada por Michael Keaton y Andie MacDowell (Multiplicity, 1992) que relata la historia de un profesional tan ocupado y presionado por no poder cumplir con todos los aspectos de su vida laboral y familiar, que decide aprovechar los avances de la ciencia para que lo clonen. En el transcurso de la película, estos distintos ejemplares de si mismo viven distintas experiencias, evolucionan de diferentes maneras y le aportan al protagonista, el ejemplar original, una nueva visión de su vida. Son tan raras las situaciones que esta multiplicidad de identidades le produce, que el protagonista deberá aprender a integrar y balancear estos distintos aspectos de su vida de manera de poder simplificar y reconocerse como uno solo, en sus posibilidades y en sus limites.
El titulo me vino a la mente mientras escuchaba a una joven inmigrante relatando sus sensaciones respecto al ahora y el antes en su proceso migratorio. Ella me contaba que se sentía muy rara porque por momentos le parecía que la vida que había vivido en su país de origen hasta el momento de emigrar era la vida de otra persona, ella misma era otra persona allí. Y ahora que estaba aquí, sentía que su vida, las personas con las que se relacionaba, sus expectativas, los paisajes, los tiempos que tomaba para cada cosa, como pasaba su tiempo libre... todo había cambiado. Ella se sentía otra persona. Sin embargo, esas dos personas que la componían, la que ella era antes, con su mundo personal y compartido en su país de origen, y la que era ahora, muchas veces contactaban. Pero muchas veces no. Y esa división y a la vez esa integración ella la sentía muy fuerte, al punto de estar presente el sentido de ser la misma persona y una persona diferente a la vez. Se trata de una joven inteligente y equilibrada, con formas sanas de relación y una gran capacidad de autoconocimiento y disposición a explorar su interior. Pero supongamos que esta sensación le acontece a una persona que esta en una situación difícil, con vínculos frágiles o en un momento conflictivo particular de su proceso de inmigración. Entonces allí podremos explicarnos lo que sucede a tantas familias que emigran con hijos de diferentes edades, en especial los hijos adolescentes.
El Diccionario de la Real Academia Española define la palabra identidad como la cualidad de idéntico, el conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los caracterizan frente a los demás, también la define como la conciencia que una persona tiene de ser ella misma y distinta a las demás.
La identidad de una persona es un proceso que esta en construcción y que se ve afectado por las situaciones de la vida. La identidad está estrechamente relacionada con el cuerpo, con la percepción del propio cuerpo en movimiento. Y por eso el período de la adolescencia, con sus rápidos cambios en el cuerpo y en las sensaciones es un período frágil, donde pueden aparecer sentimientos extraños. Y lo mismo ocurre en el embarazo y el parto, donde las mujeres experimentamos cambios muy rápidos en el cuerpo. Son momentos en que las emociones pueden desbordarnos. La situación de la migración, con sus cambios de geografía, de costumbres, de comidas, de olores, de imágenes, de distancias corporales entre las personas, es un estímulo muy fuerta para cambiar pero también un elemento inquietante y a veces desorganizador. Conversar con personas que vivan situaciones parecidas es un primer paso. En algunas ocasiones, es necesario consultar a un profesional para convertir el momento inquietante en una oportunidad de superación.
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