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domingo, 28 de septiembre de 2008

Qué es el psicodrama, ehhhhhhhhh???????

“En los años sesenta el psicoanálisis era sinónimo de seriedad. Y todo lo que no respondiera a sus dictados era visto como herejía. No me excluyo de ese tipo de fundamentalismo. La duda creativa sólo se permite cuando el temor a la relatividad de todo conocimiento humano da paso a diferentes perspectivas”.

Dalmiro Bustos

Me hago la pregunta y se me ocurren un montón de respuestas, así, sin un orden determinado, a la manera de una "tormenta de ideas". Y va apareciendo esto:

- Un espacio donde todo es posible, pintado cómo círculo imaginario sobre una alfombra

- un lapso de tiempo entre 90 minutos, a 3 horas durante el cual despojarse de la personalidad habitual y permitirse ser otro u otra

- la oportunidad de ponerse, metafóricamente, en los zapatos del otro

- aprender desde la risa y la comicidad a pesar de estar contactando con las heridas

- un mundo de experiencias nuevas




- jugar, recordando que cuando éramos niños teníamos la frescura, la creatividad y la espontaneidad que ahora nos parece perdida

- una teoría y una práctica que nos demuestran que el proceso de sociabilización es indispensable para educarnos. Es indispensable y... nos acartona

- dicho “técnicamente”: un espacio terapéutico, pedagógico o comunitario dondeencontraremos 5 instrumentos, 3 etapas y 3 contextos

O como lo dice “Wordreference.com”,


1. m. Representación teatral con fines psicoterápicos en la que los pacientes representan situaciones dramáticas relacionadas con sus problemas patológicos.

O como lo dice Moreno, “es un método para comprender el alma humana a través de la acción”

Como lo dice The free dictionary

Técnica psicoterapéutica que consiste en hacer que los pacientes representen en grupo, como si de una obra de teatro se tratara, situaciones relacionadas con sus conflictos patológicos, con el objetivo de que tomen conciencia de ellos y los puedan superar.

O como lo explica Adam Blatner, “un método para explorar problemas metodológicos y sociales animando a los participantes para que actúen en los eventos relevantes de sus vidas en lugar de simplemente narrarlos”.




El creador del psicodrama, Jacobo Levi Moreno era un médico rumano de origen judío (sefardí) que nació muchos años después que Freud y lo sobrevivió también varios años. A los cinco años se trasladó con su familia a Viena, donde realizó sus estudios. A pesar de que obcecadamente se opuso a las concepciones del famoso vienés, padre del psicoanálisis, muchos de entre los que practicamos su técnica encontramos la fecundidad de combinar sus trabajos. Un ejemplo claro de ello es la existencia del llamado “psicodrama psicoanalítico” con exponentes tan conocidos como Eduardo Pavlovsky, Hernán Kesselman, Fidel Moccio, Carlos Martínez Bouquet, Mario Buchbinder… y la lista puede seguir y seguir.

Si bien la mayor parte del tiempo se conoció al psicodrama en su aplicación psicoterapéutica (mayormente grupal, de pareja y de familia, pero también en algunas creativas formas de terapia individual), sus aplicaciones como teatro ciudadano, como medio de estimulo de la creatividad grupal y su valor como instrumento para la educación son cualidades que se conocen con más popularidad en los últimos 15 años.

Paradójicamente, Moreno descubre el efecto terapéutico catártico de su técnica mucho después y casi por casualidad ya que la forma en la que lo pensó estaba dedicada al teatro (espontáneo y popular) con un objetivo social de comunicación, de descubrimiento y de crecimiento comunitario. (Ver “El periódico viviente”,El caso Bárbara, en un interesante resumen de preguntas habituales de la Asociación española de Psicodrama

El psicodrama, nacido en las calles de Viena como medio de expresión para las voces de los que “no tienen voz” se concentró en la intimidad de los consultorios durante décadas y recién en los últimos años floreció aportando las bases para compañías y más compañías y grupos de Teatro Espontáneo.

Así como para el Teatro Playback las raíces del teatro espontáneo derivan del Psicodrama y jamás del Teatro Forum de Augusto Boal, un brasileño que muy a menudo suelen confundir como iniciador creativo. Boal supo muy bien sistematizar y dar a conocer estas maravillosas técnicas y en muchos de sus escritos no está con letra clara la fuente de donde ha nutrido su trabajo.

En el ámbito de las organizaciones, tiende a “olvidarse” que muchos “rompehielos”, dinámicas para grupos, ejercicios de creatividad para el ámbito de la capacitación empresarial son recursos que los psicodramatistas aprendemos en el abc de nuestra formación y usamos cotidianamente, creándolos y recreándolos sobre la marcha, según lo exige la situación. Durante algun tiempo impartí un taller de formación en Técnicas de Integración Grupal y una de mis evaluaciones favoritas era pedir a mis alumnos que diseñaran en el momento un ejercicio de “caldeamiento” según ciertas condiciones: tiempo con el que cuentas, objetivo de la actividad, cuántas personas forman parte de tu grupo, algunos se conocen, lugar físico del que dispones… estás en un oficina donde hay escritorios que no pueden moverse. ¿Cómo resuelves esta situación?

Cuando me conecto con las maravillosas posibilidades que esa formación nos proporciona, la de poder diseñar en el momento, según nuestra necesidad una forma de trabajo y funcionar desde lo que hay y no desde lo que falta (tan propio de nuestra experiencia del tercer mundo del sur) me acuerdo que aquí en el norte hay que ponerle nombre a nuestros ejercicios y talleres, escribir la metodología y publicarlos con un copy-right. Por ejemplo, hace poco hablaba sobre un taller que impartí en el 2000 para unas jornadas de entrenamiento, donde trabajamos con el modelado en plastilina del cuerpo humano. La responsable de un programa universitario en arte-terapia se sorprendió de que con tan potente trabajo no lo hubiera publicado reservando su propiedad intelectual. En fin… tenemos mucho que aprender todavía... en cuanto a la manera formal de hacer las cosas en el mundo organizado de los derechos de autor y el espacio donde se compite por las becas y las subvenciones (eso que en el sur nos cuesta recordar qué quería decir).

Y esto me deja abierta la puerta para contarles, la próxima… sobre las cuestiones de “valor”.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenas,

En mi diccionario personal, valor es la capacidad de una entidad u objeto (concreto o abstracto) para satisfacer una necesidad (cualquier tipo de necesidad)

A mi entender tenemos tendencia a aferrarnos a ciertas eqtiquetas (como doctor, ingeniero, etc.) cuando tenemos una falta de confianza en nosotros mismos. Un ejemplo perfecto es la exeriencia de inmigracion :) nos gustaria pensar que podemos llegar al otro pais, y como no conocemos mucho de nada (ni siquiera de la lengua hablado) al menos si tenemos esa etiqueta de doctor o ingeniero sobre la frente eso va a hacernos sentir mejor. De ahi el valor de hacernos llamar por nuestro titulo, viene a satisafacer la necesidad de sentirnos un poco mas seguros de nosotros mismos en esa situacion estresante.
Lastima que en general la etiqueta que tenemos en la frente normalmente se queda en la frontera porque aca no es valida, porque resulta que aca la etiqueta es de otro color... y eso nos hace sentir aun mas vulnerables que antes...

Salutti.
Omar

Psicóloga argentina dijo...

Hola, Omar!!
qué interesante tu comentario pues además de la cuestión del valor, lo que hacés es abrir otra rama desde la cual pensar la vulnerabilidad. Ese sentimiento de desprotección, tan estresante, amerita un desarrollo más extenso. Tenemos una gran necesidad de etiquetas aseguradoras cuando emigramos y más allá de todos los cambios, el del lenguaje es uno de los más difíciles: nos hace sentir niños balbuceantes. Y esto, para quien disfrutó de surfear con gracia por los múltiples sentidos de su propia lengua, no es una frustración menor.
Saludos y volvé pronto!!